La capacidad analítica no debe confundirse con el ingenio, porque mientras que el analista es necesariamente ingenioso, el ingenioso es a menudo extraordinariamente incapaz de analizar.
Cuando terminan de conversar, cae la manzana. Y toca la Tierra. Se coloca en la mitad y muestra unos formularios sobre un papel impecable, recién sacado de la carpeta protectora.
Se acerca despacito con su vestido rosa chillón. Se coloca delante de mí tocándose el pecho. Después de unos segundos mirándome a los ojos, me sujeta la mano.
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Al hacer clic en el botón Aceptar, aceptas el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos.
Más información